lunes, 5 de septiembre de 2011

Eurobasket 2011-España-Lituania

                    Lituania  79
                    España    91

La exhibición de España en la primera parte fue, símplemente, primorosa. Lituania apenas aguantó de pie cuatro minutos (7-6), los que tardó Pau en cargar con dos faltas a Jankunas, que le estaba friendo a palos, y Navarro en aparecer. Lo de La 'Bomba' no fue una irrupción, fue la llegada del juicio final para los lituanos. Ocho puntos suyos, dos escarceos de Marc y Pau y la magistral dirección de Calderón condujeron a España a un parcial de 0-12 en apenas tres minutos (7-18, min 6), que hizo enmudecer el CIDO Arena.
Los bálticos encajaron el primer sopapo sin rechistar. No esperaban que España se ensañase con ellos de la manera que lo iba a hacer. La defensa de los de Scariolo rozó la perfección en el primer acto, dejando a su rival con cinco canastas en juego.
Incluso aparecieron por fin los suplentes españoles, que hasta ahora habían comparecido en cuerpo, que no en alma. Con Llull, Ricky e Ibaka en pista, el martillo español siguió golpeando, aunque fue Navarro, tras tomarse un pequeño respiro en el banco, quien ejecutó con siete puntos seguidos, para un total de 15 en ese primer cuarto que España cerró con un 12-31 sonrojante para los lituanos.
Ni siquiera fue necesario contar con un Pau estelar, que apenas jugó siete minutos en ese periodo. Valanciunas, la joven perla lituana, evitó un descalabro mayor de los suyos con cinco puntos de furia, pero ni eso sofocó a su entrenador, Kemzura, al que le fue señalada una técnica. El juego de España le llevó a un estado de enajenación transitoria comprensible.

En el segundo cuarto, otro suplente, Reyes demostró que siempre se puede contar con él. Cuatro puntos suyos y un dos más uno de Pau, que como reza el famoso anuncio, también tenía derecho a su fiesta, pusieron a España en órbita (12-38, min 12).
Kaukenas y Valanciunas se lo tomaron como algo personal y rompieron la pertinaz sequía de su equipo con acciones individuales, pero era como remar contra un tsunami. A cada canasta báltica, España respondía con un triple, ya sea de Llull, recuperado para la cusa, o de un Calderón descarado y sublime, que con estableció una nueva máxima (21-49, min 15).
Los aficionados lituanos no se lo podían creer. Ni siquiera el más famoso de todos ellos, Arvydas Sabonis, sentado en primera fila junto a la presidenta del país. El mito viviente se quedó inmovil, cruzado de brazos como una gigantesca estatua de sal, observando el recital erspañol. Tal vez le hubiesen entrado ganas de vestirse de corto y saltar a la cancha. O no, porque a su equipo le estaba cayendo encima la mundial.
Los triples de Rudy, Navarro, que siguió a lo suyo dejando boquiabiertas a 5.600 personas con su muñeca de seda, y Pau, sentenciaron el partido al descanso (36-62). Fueron veinte minutos de leyenda, para grabar en vídeo y enseñárselo a los niños. No se puede jugar mejor.
La segunda parte apenas tuvo historia. Un triple de de Rudy y otro de Pau certificaron la defunción de Lituania (36-67, min 21), que había ya recibido la extramaunción en el primer cuarto y estaba en el féretro desde el segundo. El intento de remontada a la desesperada de los bálticos, que llegaron a lograr un parcial de 9-1 (55-75), apenas le sirvió para remontar. Sólo al final del último acto, aprovechando la relajación española, que acabó jugando con Calderón, Sada, llull, Reyes e Ibaka -la segunda unidad estuvo ayer de 10- maquilló un marcador (79-91)que no refleja la distancia real que hubo entre uno y otro equipo. España ha vuelto. Que tiemblen los rivales.

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